LA POPULARIDAD CONVERTIDA EN AUTORITARISMO

Es una transformación común por estos tiempos. Se llega a la gente de una forma tal que las mayorías comienzan pensando en que se trata de un acto de popularidad, pero por detrás, por un lado oscuro se esconde ese deseo de sentirse querido, idolatrado, hasta adorado (y harán cualquier cosa por conseguirlo).


Así es que comienzan la mayoría de estos casos y un ejemplo más que notorio lo tenemos (padecemos) en nuestro Newell's.


Este hombre llegó para quedarse 13 eternos años y un poquito más (porque le queda poco) con el caballito de batalla de la remodelación del estadio más el aporte de figuras internacionales de relevancia para nuestro fútbol. Y nosotros enceguecidos, y hasta un poquito cebados por los éxitos de un par de años atrás más la soberbia de un doblemente estúpido como Cattáneo le dimos crédito a este fiel referente de la "moda neoliberal de los 90". Cuando me refiero al ex presidente como doblemente estúpido lo digo por su soberbia y por allanar el camino de esta tachuela en el zapato que tenemos hoy en día como actual presidente.


El tiempo fue transcurriendo y el hecho de haber remodelado parte del estadio, más algunas cuestiones como el predio donde concentran los jugadores le dió crédito para seguir. Pero fueron apareciendo cosas propias del facismo, y dentro de estas las más notorias son el alejamiento de Griffa, la rápida retirada del Tata Martino, la renuncia y poco feliz pelea con el Profe Castelli, todos estos actos se dieron de manera abrupta y poco claras. Luego la invasión de jugadores de poca categoría que impedían que los pibes con condiciones llegaran a primera quedando "tirados" en clubes de la B Nacional o en países vecinos. Algo comenzaba a oler mal ....


Más acá en el tiempo, las elecciones frustradas, los jucios, cheques rebotados, inferiores que no ganaban títulos, pedidos de quiebra. Algo anda mal me dije, pero ..... los argentinos tenemos el defecto de creerle siempre a la persona equivocada y darle crédito a quien no lo merece. Tal vez se trate de un instinto auodestructivo. Así fue que mientras algunos poníamos en tela de juicio el accionar de este tipo, algunos seguían emperrados en defender lo indefendible.


Pero el tiempo pasa y para no comentar cosas que todos sabemos y hacerla corta llegamos al día de hoy donde los éxitos no sólo que están lejos sino que la B nos mira de reojo como un posible visitante ilustre a los que no está acostumbrada, el club está cerrado el 95% del tiempo, cosa lógica si se lo ve desde el punto de vista de que no hay nada para hacer dentro de él debido a que echó a todos (a nosotros también), las instalaciones están dando pena y vergüenza por su estado calamitoso y todo esto que cuento es sólo una parte de lo que podemos llegar a ver desde afuera.


Pero en la vida todo llega - aunque a veces se demora - y hoy nos encontramos con que ya ni sus más fanáticos seguidores respaldan este modelo. Fue al ver que la cosa se le escapaba de las manos y que el consenso ya no era favorable y decidió poner manos a la obra. Si la montaña no va a Mahoma, digámosle a la gente que me quiera, sería la analogía.


Esto, aunque parezca cómico o absurdo es absolutamente real. No sólo que es real sino que además es muy triste, es retroceder en el tiempo, volver a las viejas dictaduras que azotaron a este país. Es darle cabida en esta democracia a fieles representantes del fascismo que quedó remanente de aquellos años oscuros de la historia Argentina donde se perseguía, torturaba y mataba a gente que pensaba distinto.


Seguramente alguno dirá que estamos exagerando, y aún sin haber vivido como víctima directa aquel tiempo me atrevo a decir que la similitud es más que válida. Si alguien es intimado en un estadio de fútbol por insultar a un jugador o dirigente, si debe pedir permiso para colgar una bandera, si debe cantar lo que le dicen, o pensar de tal o cual forma ante la amenaza de ser golpeado, o "cueteado" en caso contrario creo que son pruebas más que evidentes de que esto es cierto y se trata de una DICTADURA.


Como podrán ver, esto y la popularidad poco tienen que ver en forma genuina, desde la concepción misma. Por más que intenten confundirnos, no se es popular cuando se quiere convencer por la fuerza a la gente y se la confronta entre sus pares que piensan distintos. Popular se es cuando se abre a todos con la posibilidad de participar de distintas formas y respetando y dando lugar a las diferencias.


Esto que nos está tocando padecer no es más ni menos que un autoritarismo puro y concreto en donde aquel que piense distinto y se atreva a expresarlo será sometido al rigor. Pero como siempre ha pasado, hay excepciones que confirman a la regla y en este caso somos todos aquellos que hemos optado por NO CALLAR, que seguiremos reclamando acá, en el Coloso y en cualquier parte de este mundo mientras tengamos una célula viva en nuestro cuerpo.


Por más que quieran imponer su sin razón vamos a pelear por aquello que amamos y por lo que nunca sentiríamos vergüenza, que es nuestro sentimiento, ese que llevamos en las venas, esa sangre Rojinegra que nos corre y nos empuja a no tener miendo a estas basuras que sólo están ocupando un lugar físico pero que no son dueños de nada, porque como ya hemos mencionado en el encabezado de este blog, este sentimiento que está en lo más profundo de nuestros corazones no se puede robar ni cambiar por nada.


Es lógico que estos impotentes emocionales quieran imponer su barbarie para poder seguir lucrando, pero la verdad ya está a la vista y han sido tan torpes que ni siquiera lograron robar manteniendo vivo nuestro lugar.


Es por eso, que porque han herido lo más profundo de nuestras almas estamos haciendo lo posible y lo imposible para recuperar al amor de nuestras vidas, cosa que ellos no tienen, ni tuvieron ni tendrán. Sólo por no tener sentimientos.


No saben de que se trata, no saben lo que se pierden. Pero ya es tarde, no lo sabrán. Por más que se hayan robado millones no entenderán nunca la escencia de esta vida, que se rige por sensaciones y sentimientos. Hay algo que nunca tendrán.


Newell's es nuestro y a ellos les queda poco.